Si
tuviese que ser por un momento parte del tribunal de selección de empleo para
el puesto de Presidente del Gobierno de España, como sugirió ayer el moderador
del debate Manuel Campo Vidal, lo primero que exigiría es que estuviesen en
la mesa todos los candidatos, al no haber sido posible esa exigencia de verlos
a todos, ya no puedo elegir por lo que vi, lo que quiero.
Si
pudiese decidir, pediría que se quedase desierto el puesto hasta que se volviese
a convocar a todos los candidatos que cumpliendo con la ley de partidos, se
presentan a las elecciones del 20 de diciembre de 2015, solo así, podría tomar
una decisión justa.
Pediría
que los candidatos defendieran sus programas pero también pediría que un
experto independiente de cada materia, estuviese en la mesa para matizar las
cifras y las propuestas que hace cada uno porque el “Quiero prometer y prometo”,
solo le sirvió a Suarez en el siglo pasado; ahora ya todos sabemos en qué se
quedan las promesas electorales.
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