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miércoles, 14 de octubre de 2020

El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga

 


Una historia de familia, de nobleza, de guerra, de desierto californiano de magia o poderes con un telón de fondo: El Cantábrico.

Dos hermanas gemelas cuyo poder interior puede hacer cambiar el curso de la naturaleza. La casa familiar en el pueblo de Basondo esconde en sus muros y más allá los secretos de la familia.


Termine de leer esta intensa novela y se la quise devolver a mi amiga sin demora.

Cuando llegué estaba sola en su precioso chalet al lado del mar. Frente a la entrada vi unos troncos muy bien dispuestos me dieron ganas de poner encima el libro para ver si el fuego se encendía sin más.

!A lo mejor, sin saberlo todos tenemos ciertos poderes ocultos!


¿Qué te ha parecido? Me preguntó Amparo

-       Está muy bien aunque me sobran momentos mágicos, no me va eso de que “las piedras se conviertan en panes y peces”

Esta novela está tan impregnada de magia y poderes ocultos que hasta ese momento de devolverla a su dueña, quedó salpicado por una extraña sensación; como si el mismo acto de devolver el libro, fuese presenciado por algún fantasma.

Alma y Estrella son las protagonistas de la historia de  Alaitz Leceaga.

Estas hermanas gemelas no pueden quedarse escondidas en la casa familiar y luchan por sobrevivir en un mundo difícil.

Después de muerta Alma acompaña a Estrella en ese recorrido, por ser, por estar y por conseguir lo que quiere.

La novela te lleva por un bosque cerrado, donde un lobo aúlla. Te presenta unos acantilados de vértigo, te deja acompañar a la protagonista en su  huida de una familia patriarcal, soberbia e inflexible para acabar en un desierto en California.

En un giro inesperado Estrella, embarazada, regresa a Basondo, a sus raíces, donde la guerra ha destruido casi todo, pero decide luchar, sobrevivir a la tragedia, al hambre y a cualquier obstáculo con tal de ayudar a su otra hermana, a su nueva sobrina y a su propia hija.

Con esa atmósfera de combate, de no rendirse, de magia, llegamos al final.

La inspiración recogida de las grandes fuentes de la literatura no interfiere en el interés propio de la novela.