Me faltaba poco para terminar el libro
“Mundo extraño” cuando acudí al taller de, "Creación de personajes" que impartía el
propio autor.
Cuando asistes a un taller, una
mesa redonda o un club de lectura en el que cuentas con el autor de la obra, todo
adquiere un significado distinto; él es el Creador, un ser superior que controla los
componentes de su pócima mágica.
Dice Ovejero que el personaje
tiene que estar vivo toda la obra, se ha de poder visualizar, ha de tener voz.
Que hay que conocer la técnica ya que te ayuda a continuar cuando la imaginación flojea o te quedas
parada. Que la espontaneidad está sobre
valorada que no se debe adjetivar al personaje, ni clasificarlo, ni tender a
los dichos. Que hay que quedarse con las sensaciones conseguir que el lector
sienta lo que está pasando, generar la atmósfera, crear descripciones
dinámicas y no siempre hace falta mantener la unidad del relato.
Parece sencillo pero todos sabemos que hay algo más, imposible de aprender ni en mil talleres de
escritura ¡Nada fácil!
Aun así, tenerlo delante contando como dio
vida a aquellos seres complejos, me hizo entender Mundo extraño.
E.I.
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