Si pudieses cambiar tu situación
¿por dónde empezarías?
Imagina que está en tus manos
cambiarlo todo pero un impulso interno, te impide hacerlo, como si tirase con
fuerza de ti para que no te movieses.
Cada día al llegar al trabajo, notas
esa fuerza interior que te impide moverte y te obliga, día tras día a repetir
las mismas acciones.
Muchas veces, nos preguntamos, ¿Por
qué sigo haciendo esto?
La respuesta suele ser sencilla
pero inconfesable; Por miedo
Miedo al cambio, miedo al fracaso,
miedo a que nadie lo entienda y en fin Miedo.
Tanto en la vida profesional como
en la personal algunas veces, entramos en un estado de repetición tal que nos
hace tener sensación de frustración. Cuando eso pasa hay que saber que
podemos cambiar.
A veces, el cambio es solo de
actitud.
Mi padre cuando era mayor, se
agobiaba mucho si una noche no podía dormir y me decía;
¡Hija es que me he pasado la
noche sin pegar ojo!.
Yo intentaba consolarle, diciéndole; papá, no pasa nada si no duermes, tu por la noche acostúmbrate a no pensar en nada y verás como al final, te vence el sueño.
Cuando conseguía dormir, estaba
encantado pero yo le decía; tampoco le des tanta importancia a dormir bien porque no la tiene, no pasa nada si algún día duermes mal.
Quería prevenirlo para
los días que no pudiese dormir porque sabía que no dormir, le daba miedo.
Si le damos mucha importancia a
las cosas que consideramos buenas, (el éxito, el reconocimiento, el dinero, la
salud, la comida, la felicidad, el sueño…) nos volvemos más vulnerables ante la
adversidad.
Si necesitas cambiar, no lo dudes,
hazlo pero antes contesta a esta pregunta;
¿Por dónde empezarías?
No te sientes hasta que no tengas
clara la respuesta, solo así podrás notar el cambio que se ha producido en tu
asiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario