Hay veces
que miramos hacia arriba con la intención de que el cielo nos sorprenda. Otras
veces miramos porque algo nos ha sorprendido, esperando que el cielo, nos
comprenda.
Solo una
vez, la primera vez que levantamos la vista para ver ese techo azul de la foto,
notamos como el cielo se ha cerrado, produciéndonos una sensación de
encogimiento.
Hay espacios
interiores que deberían estar rodeados de cielo abierto.
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