A cuestas con la vida iban Melé y Pele
Entre gritos y risas no sabían qué hacer
Si paraban, dolía si seguían, también
En esto que un buen día
Sin saber aun porque
Le entró melancolía al pobre de Melé
¡Oh que triste es el día!
¡Cuan largo puede ser!
No hay duda que esos días
El pobre de Melé
Padecía tristeza
¡Tristeza de Melé!
¿Cuánto le duraría, al pobre de Melé?
Si salía, sufría si quedaba, también
No parecía fácil se enterase Pelé
Se escondía de todos
No salía al café
Ya no compra las rosas en “Casa de Rouse”
¡Cómo iba a enterarse el bueno de Pele!...
¿Pero no estaban juntos, estos; Pele y Melé?
¡Pues eso parecía, cuando todo iba bien!
Pero ahora parece…
Que el pobre de Melé, está con su tristeza
y a Pelé no se vé…
¡Qué triste suena eso!
¿Qué Pelé no le ve?
Pues algo así parece, pues no se ve a Pele
De pronto un muy buen día, apareció Pelé.
Empezó a preguntarle al bueno de Melé.
Que ¿qué tal por el parque?
¿Qué como en el café?
¿Ya no compras las Rosas, de casa de Rouse?
Melé muy aturdido,
casi sin comprender
Comenzó a levantarse
A volver al café
A recoger las rosas de Casa de Rouse.
Empezó a acicalarse como; antes de ayer
Hablaba con la gente
Volvió a ver a Pele
Y todos se decían ¿Qué le pasa a Melé?...
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