Ahora que la crisis sirve como disculpa y culpa de casi
cualquier cosa, creo que también le podemos achacar a ella el problema que
tenemos con las palabras.
Hay palabras que tienen más de un significado, aunque parece
que eso a nosotros no nos preocupa lo más mínimo, porque interpretamos los
significados a nuestro antojo.
A veces se pone de moda una palabra y no dejamos de repetirla en cualquier
conversación, venga o no venga a cuento.
Siempre han existido especialistas en cambiar el sentido a
las palabras y otros que se especializan por usarlas en sentido contrario, a esos los
conocemos como los virtuosos del lenguaje, o tertulianos.
Muchas veces de tanto usar una palabra, ésta, consigue
envenenarnos…
“corrupción, paro,
desahucio…”
Tenemos ahora tanto veneno a nuestro alcance que nos pasamos
el día intentando descubrir antídotos sin darnos cuenta que el antídoto siempre ha estado a nuestro
alcance…
“ Ética”
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