Lindezas del día de los truenos que por error en mi cabeza resonaban.
Calma, quietud filantropía, orgullo vanidad y desengaño.
Inquietante tormenta en la montaña, teñía de marrón el firmamento.
Verde obscuro refleja el riachuelo que a su paso acompaña la manada.
No tenemos amor ni desengaños, no hay piedad ni valor que lo supere.
Tres veces negaremos lo ocurrido tres veces aclamamos lo ganado.
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