Hemos pasado de tirar a la
basura el yogur el mismo día de la fecha en que caducaba, a poderlo tomar sin tan
siquiera, mirar la fecha impresa en la tapa.
Cada día nos despertamos con una
novedad que suele ser más inquietante que la otra y que además suele ser de
mayor calibre de estupidez que la anterior.
Hace unos días, se fijaron en la
caducidad de los productos lácteos y decidieron ampliar la fecha …
La escasez de tesorería, está
produciendo estragos y mucho me temo que un día de estos nos pongan fecha de
caducidad a nosotros porque eso les salga más a cuenta y Bruselas así lo
reclame.
En breve, nos colocaran un numerito
y ya no tendremos derecho a acudir a rehabilitación, ni a intervenciones quirúrgicas,
ni a según qué medicamentos…
¡Ojo que ya están empezando!
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