Vitoria es uno de los personajes principales de la novela.
Desde el principio, recorres sus calles, conoces sus gentes, sus costumbres, las rutas; todo mientras te adentras en la historia. Crímenes rituales que asolaron la ciudad hace 20 años que de nuevo se repiten.
Es un relato donde lo cotidiano se mezcla con lo terrible.
El inspector Ayala, experto en perfiles criminales se encuentra en coma, en un hospital, pero nos va a ir desvelando los entresijos que rodean los crímenes hasta que consigue encontrar al asesino que le ha dejado moribundo.
Hace 20 años, la justicia condenó por dichos asesinatos a Tasio, un arqueólogo famoso. Cuando está a punto de salir en libertad, empiezan de nuevo a aparecer cadáveres con los mismos rituales.
Tasio, se desespera al pensar que le van a volver a culpar de esos nuevos crímenes y nunca va a poder demostrar su inocencia en una Vitoria que le teme casi igual que antes de los sucesos le admiraba así que se pone en contacto con el inspector Ayala/Kraken.
Cada personaje hace crecer la novela; desde el abuelo del inspector pieza fundamental en su vida, a su compañera Estibaliz, su hermano German , su cuñada Maika, su cuadrilla de amigos sus confidentes, la subinspectora Blanca o Alba, Tasio, su gemelo…todos y cada uno de ellos importantes y necesarios.
Es un thriller absorbente. Utiliza una narrativa sencilla, cotidiana que hace que nada resulte estridente ni superfluo.
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