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lunes, 11 de enero de 2016

PROYECTO DE VIDA


Huyendo de charlatanes y embaucadores que nos rodean por todas partes, nos damos casi de bruces con los fanáticos, los creídos y los descreídos.

Si seguimos huyendo para no contaminarnos con voces que te incitan a creer que has de buscar desesperadamente el éxito personal para realizar tu proyecto de vida, nos encontraremos en un camino sin retorno así pues, dejemos de oírles y dejarán de existir.

Cualquier persona con la madurez suficiente, puede llorar o reír, si se lo propone. Es casi, más difícil sacar una sonrisa forzada que un lloro forzado.
Puedes refugiarte por unos instantes en un mal pensamiento y disponerte a sollozar, y del mismo modo, puedes acordarte de una situación cómica y empezar a reír.

Seguir llorando o riendo, solo depende ya de nosotros mismos, bastará con recrearnos en esos sentimientos que hemos hecho aflorar.

Hay gente que nos hace creer que domina ciertas situaciones, que tiene control sobre la mente y que con ese control puede también dominar a los demás.

Son personas con ciertas habilidades innatas o aprendidas que se dedican a  hacer ver a los demás que adivinan el futuro, que curan tristezas, que sanan maldiciones en una palabra que tienen “Poderes” se aprovechan de los momentos de debilidad de los demás para enriquecerse con sus mentiras.

Los estados anímicos muchas veces son fruto de situaciones que están fuera de nuestro control, tanto si hablamos de inmensas alegrías como si nos referimos a episodios de tristeza.
El equilibrio emocional, no es tan fácil de conseguir porque tenemos muchos agentes externos que alteran constantemente nuestros sentimientos.

No creo en las teorías de que todo está en la mente ni que el éxito si lo visualizas lo consigues, me parecen majaderías para pasar un rato de conversación con los amigos; lo que sí creo es que todo está en el esfuerzo personal, en ser uno mismo y sobretodo en que la suerte, te pille apostando por lo que quieres, solo así puedes acabar consiguiéndolo.






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