Cuando empezamos a programar las
vacaciones de verano, no nos damos cuenta de que uno de los objetivos
principales que deberíamos perseguir en este periodo es el descanso tanto del
cuerpo como de la mente.
“El Opus Magnum”-(La Gran Obra)
Cada año, nos lanzamos a ver las
alternativas que tenemos para los días de vacaciones sin pensar en más.
Empezamos a barajar
posibilidades, ayudados de GOOGLE, TRIVAGO, y todas las páginas conocidas en un
intento de conseguir la mejor oferta.
Estamos tan obsesionados en conseguirlo
que no valoramos ni la temperatura del lugar, ni las aglomeraciones, ni las
colas, ni las horas de vuelo…solo intentamos que sean !las mejores vacaciones de
nuestra vida!…cada año mejor que las anteriores y eso al final, puede producirnos
frustración.
Si fuésemos capaces de pensar
como los niños, nos daríamos cuenta de lo fácil que se puede ser feliz en vacaciones.
Cuando terminan las vacaciones
escolares algunos pequeños, no se acuerdan ni de sumar.
Los adultos por el contrario
muchas veces, regresamos después de 15 días a nuestro trabajo sin haber
conseguido ese añorado descanso.
Ayer; en el tercer día de mis
vacaciones de verano, me di cuenta de
que estoy rodeada de gente que ha sido capaz de encontrar ”La Piedra filosofal”,
gente que ha conseguido transformar el plomo en oro o lo que es lo mismo un
juego de cartas que se llama “El continental” en la Felicidad celestial”.
¿Cómo puede ser?, tan sencillo
como que en los 30 años que los conozco (presupongo que venían haciéndolo
algunos años más) no han pretendido más de las vacaciones.
Disfrutan hasta tal punto de
reunirse todos las tardes del verano para jugar con los amigos a ese estu…pendo
juego que por unos días se convierten en niños de vacaciones.
Son capaces de:
Enfadarse y desenfadarse en una
sola partida.
No levantarse de la mesa en las 4
horas de media que les viene a durar el juego.
Ponerse de punta en blanco cada
tarde para acudir a su cita aunque esta, sea en el mismo edificio en el que
viven y en el miso que por la mañana han estado con los mismos amigos tomándose
delante de la piscina un aperitivo.
No aburrirse nunca de jugar al
mismo juego.
Incluso; hacer como hacen los
niños, felices de cualquier urbanización, ellos son capaces de preparar el campeonato de las 24 horas de Continental.
Pues, este año, ellos, son, mis
héroes del verano y después de tanto tiempo viéndoles hacer lo mismo sin
descanso alguno pienso que son ellos los que han alcanzado la felicidad aunque
eso conlleve, no moverse del edificio en un mes, más o menos.
Además, ellos son un ejemplo para
las nuevas generaciones que ya se ve como han heredado las mismas pautas de
comportamiento, lo que supone para los padres jóvenes, un gran alivio.
Cómo y con qué ánimo volverán a sus
respectivos trabajos es un tema que desconozco…
A veces las verdaderas vacaciones
consisten solo en disfrutar de lo cotidiano.
A veces nos empeñamos tanto en
ser felices, que no vemos lo fácil que podemos ser felices.
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