Estas vacaciones, al ser tan cortas,
se nos ocurren un montón de cosas para hacer.
Ayer me dijo mi cuñada que ella,
estaba aprovechando para pintar su habitación…se encontraba algo cansada, ya
son 58 me decía. Además se queja de que no le está quedando demasiado bien.
Parece ser que ha comprado una
pintura monocapa pero de un día para otro se le ocurrió limpiar los rodillos
con agua, no llegaron a secarse y al día siguiente…un pequeño empastre.
Le pregunté si había puesto cinta
de carrocero, (por decir algo porque yo no pinto desde hace un siglo) pero me
dijo que no porque eso era aun más pesado.
Tengo una amiga que quiere
aprovechar estos días para leer. Dice que para leer, necesita un silencio
absoluto, y por tanto esta es la época ideal para ella. Yo le insinué que con
algo de ambiente también se puede leer, incluso con la TV puesta, se puede pero
casi me mata;
-
“Pues no
te enteraras de nada”
-
!Posiblemente!
Luego están los de los apartamentos de la playa o de la montaña, estos se pasan dos días entre limpiar y recoger respectivamente. De los dos que quedan uno llueve fijo y el otro se nubla por
la tarde…
Yo hace años que me quedo en la ciudad. Mi propósito
anual de ver alguna procesión sigue en
pie pero de un tiempo a esta parte, organizo, las vacaciones, no por días sino
por momentos;
-Ahora vamos
aquí, ahora vamos a allí, ahora un cine, ahora una andada, ahora una sentada,
en fin, sin programación alguna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario