Que las ayudas públicas nos alcancen para financiar
proyectos culturales es una quimera en el siglo XXI.
En esto el regreso al pasado es más que evidente.
Cuando no existía la palabra "emprendedor" y solo los más arriesgados eran capaces de
intentar sacar un proyecto adelante sin un duro... (¡no existía ni el euro!).
La única alternativa era que la familia, amigos y gente más próxima
le prestasen dinero…
Eso traducido al mundo actual, es el Crowdfunding.
Alguien confía en tu idea y te ayuda o más bien…muchos confían
en ti y te ayudan.
Es fantástico que a través de la red puedas ayudar a proyectos
que te resulten interesantes aunque sean de gente que no conoces o que alguien te ayude en tu proyecto.
Esas ventajas de nuestro tiempo, nos hacen poder sobrellevar la
desventaja de las arcas del Estado vacías o más bien vaciadas por la ineptitud,
la avaricia y la corrupción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario