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jueves, 21 de marzo de 2013

Sevilla



Tenemos en la cabeza una imaginen de las cosas y de los lugares que casi nunca, se corresponden con la realidad...de ahí la necesidad de  viajar ; para ver con nuestros propios ojos lo que otros nos han contado y dar forma a nuestra propia imagen  del lugar.
Me gusta descubrir la ciudad a través de las historias que me cuentan sus paisanos y es por eso  que sufro una transformación al llegar a cualquier destino.
Necesito contactar con la gente y no me importa si estamos en “La basílica de La Esperanza” o de camino a “La Torre del oro”.
Nunca llevo información escrita de la ciudad y procuro no coger ningún plano que me obligue a seguir una ruta determinada... para eso ya tengo a mi compañero de viaje. La gente es más solidaria de lo que imaginamos con los forasteros, ellos me guían siempre mejor que cualquier escrito.
Me sería imposible enumerar todos los monumentos que en solo tres días, he podido ver  en Sevilla, me  impresionó la historia, de la toma de la ciudad que me relató maravillosamente el conductor del carruaje en el que hicimos la ronda nocturna a la ciudad.
“Los monumentos están tan bien cuidados porque el rey  Fernando III consiguió arrebatarle la ciudad al emir Axataf   el 1248 sin que la ciudad sufriese daños de consideración.  Ahí el que estuvo muy acertado fue el hijo, Alfonso X el Sabio que enviaba misivas a la ciudad advirtiendo de que pasaría por cuchillo a sus habitantes si tocaban una sola teja de la mezquita o un solo ladrillo de la catedral”…
Los sevillanos, son optimistas, para ellos todo está ahí, sigues recto y a la derecha/izquierda...luego te tiras 30 minutos andando hasta que tienes que torcer pero da igual...Son solidarios, te ayudan en todo y no les importa perder su tiempo para hacerlo. Tienen arte, de eso no hay duda.
El día de salida, en el centro de Sevilla pregunté a un conductor...¿vamos bien para Granada? Y me dijo si sigue recto todo el rato pero cuidado que luego tienes que torcer si no te vas a Málaga!...Torcimos a los 125Km. ¡Son fantásticos!.
Me ha quedado claro que la patrona de Sevilla es “La Esperanza” y que le llaman “La Macarena” porque está en ese barrio. 
Es cierto que Sevilla, tiene un color distinto a otras ciudades. Supongo que es el color que le da su propia gente con esa manera de hablar, de disfrutar y de verlo todo a través de un cristal especial entre blanco y oro.






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