A veces, no nos damos cuenta de las posibilidades que
tenemos y nos quedamos inmersos en una paralización total cuando se produce un
acontecimiento en nuestra vida que implica un final de etapa, ya sea por un despido,
por una jubilación, por el nacimiento de un hijo o por la muerte
de un familiar….
Son sucesos que a lo largo de la vida interfieren en nuestra
cotidianidad y nos obligan a dar un cambio de timón.
Si nos parasemos a pensar no en lo que vamos a perder con el
nuevo acontecimiento sino en todo lo que podemos ganar, seguramente todo sería
distinto.
Ahora con el paro juvenil la sociedad está jugando sucio…
Estamos haciendo creer a nuestros jóvenes que nunca antes
había sucedido algo así, que ellos son una generación perdida y otra infinidad
de sandeces.
Los jóvenes de hoy son como en cada generación lo fueron, el
futuro y gracias a ellos, saldremos adelante, ellos son los que cambiaran el
mundo, crearan puestos de trabajo, aumentaran la población, nos ayudaran, nos devolverán la ilusión y nos harán sonreír.
Solo ellos son capaces de ser críticos al mismo tiempo que
son positivos, de levantarse aunque estén llenos de lodo alrededor, de renacer
en cada nuevo proyecto de crecer y expandirse, de irse y volver…
Si encima son
la generación más preparada de la historia no me cabe duda de que; el día menos
pensado, ellos cambiaran el mundo.
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